La “diplomacia religiosa” es una forma de relaciones internacionales que se basa en principios y valores religiosos para construir y fomentar la colaboración entre países, culturas y religiones. Considera que los valores compartidos pueden salvar las divisiones, generar confianza, fomentar el diálogo y el entendimiento mutuo, y llegar a acuerdos. Esta forma de diplomacia se basa en la idea de que la fe puede ser una fuerza para el bien y es competente para abordar cuestiones políticas y sociales. Promueve la justicia, la reconciliación entre las partes, el respeto mutuo y la solidaridad, con la paz como fin último.

La Fundación de Aliados de Israel, y el Movimiento de Combate al Antisemitismo organizaron el pasado mes de enero en Miami, Florida, el “Latin America Summit on Israel”. Este foro estuvo dirigido a parlamentarios y líderes políticos latinoamericanos, con el propósito de promover legislaciones y acuerdos ministeriales que adopten la definición de IHRA de antisemitismo. En este contexto tuve el honor de exponer el tema “la diplomacia religiosa como herramienta práctica para combatir el antisemitismo”.

Como he descrito, la diplomacia religiosa se basa en principios y valores. Mi punto de partida para desafiar a los congresistas presentes fue presentarles mi propuesta de una definición que honre nuestra herencia judeocristiana. Propongo como sus principios esenciales las tres virtudes que el Apóstol Pablo establece como medida de la madurez de las comunidades cristianas en el Nuevo Testamento: la fe, el amor y la esperanza (cf. 1 Tesalonicenses 1:3). Propongo como valores para esta definición los que emanan como fundamentales del “Sermón de la Montaña”: la justicia (Mateo 5:6), el bienestar común (Lucas 12:30-31) y la paz (Marcos 9:50).

La definición cristiana de diplomacia basada en la fe que propongo es esta:

“La diplomacia religiosa, basada en la sincera identidad de su FE, presenta propuestas para fortalecer la paz y la unidad entre las naciones u organizaciones cooperantes. Respeta los derechos, libertades y obligaciones para apoyar con AMOR el bienestar de los conciudadanos sin distinción de raza o religión. Busca con ESPERANZA una constante cooperación bilateral basada en promover la justicia.”

“Escrito está: «Creí y por eso hablé». Con ese mismo espíritu de fe también nosotros creemos y por eso hablamos.” 2 Corintios‬ ‭4‬:‭13‬ ‭NVI‬‬ ‬‬‬

Esa es la sinceridad de nuestra fe que nos identifica como cristianos. La fe es la consciencia plena de “quien soy”. Mi fe la muestro con obras, actos, acciones, de lo contrario sería una fe muerta. Los líderes cristianos debemos permitir que nuestras acciones coincidan con nuestras creencias. De ahí el desafío a los senadores, congresistas y diputados cristianos en América Latina: ¡Legislen en favor del pueblo de Dios! ¡Adopten la definición de la IHRA de antisemitismo!

Los principales objetivos de la Embajada Cristiana Internacional Jerusalén son respaldar a Israel en apoyo y amistad, equipar y enseñar a la iglesia mundial sobre la verdad y los propósitos de Dios con Israel, y promover la justicia siendo una influencia reconciliadora entre judíos, cristianos y árabes.