
Las acusaciones engañosas de “genocidio” contra Israel ocultan la verdadera intención genocida de Hamás
Date - 24.9.2025A lo largo de los dos largos años de guerra de Israel contra Hamás, muchas fuentes, incluidos funcionarios de las Naciones Unidas y destacados líderes mundiales, han lanzado acusaciones de “genocidio” contra Israel. Un ejemplo reciente fue la resolución de la Asociación Internacional de Estudiosos del Genocidio (IAGS), que resultó ser un intento vergonzoso y secreto de una pequeña camarilla de antisemitas dentro de la organización para engañar al mundo con falsas pretensiones académicas. Este uso despreocupado de la acusación de genocidio contra el Estado judío amenaza con socavar las valiosas salvaguardias establecidas en el derecho internacional contra este mayor de los crímenes, y también revela los motivos engañosos de quienes pretenden difamar a Israel.
Al genocidio se le llama con razón el “crimen de los crímenes”. Se define en la Convención de la ONU para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio (1948) como actos cometidos “con la intención de destruir total o parcialmente a un grupo nacional, étnico, racial o religioso como tal”. El requisito central es la intención específica (dolus specialis) de erradicar a un grupo protegido simplemente por lo que es.
Esta definición se formuló a raíz del Holocausto, cuando el régimen nazi buscó el exterminio sistemático del pueblo judío en Europa. Desde entonces, se ha aplicado legalmente a tragedias tan horribles como las masacres generalizadas de Ruanda, Bosnia y Darfur. Así pues, el concepto jurídico de genocidio se define deliberadamente en términos precisos y restringidos para protegerlo de abusos frívolos o politizados.
Sin embargo, en nuestros días, cada vez vemos más acusaciones de “genocidio” esgrimidas como arma retórica en el discurso mundial, especialmente contra Israel. Esta dilución del significado básico de genocidio es una afrenta tanto a la historia como a las verdaderas víctimas de este crimen atroz.
Para el pueblo judío, las acusaciones de genocidio contra Israel tienen un doble significado aún más profundo. Estas acusaciones no sólo son manifiestamente falsas, sino que son una dolorosa inversión del sufrimiento judío en el Holocausto, trivializando esa inmensa catástrofe y, al mismo tiempo, convirtiendo a los israelíes en nazis.
Por las razones que se exponen a continuación, hemos llegado a la conclusión de que la acusación de genocidio en Gaza no es aplicable a Israel:
- Ausencia de intención genocida específica: La Convención sobre el Genocidio de 1948 exige una clara intención de destruir a un pueblo. No existen pruebas creíbles que demuestren que Israel pretenda erradicar a todos los habitantes de Gaza, sino que su intención es derrotar a la milicia terrorista prohibida Hamás, que desencadenó el actual conflicto al perpetrar la masacre generalizada de israelíes y secuestrar rehenes el 7 de octubre de 2023.
- La guerra termina cuando se liberan los rehenes: Israel ha dejado claro que la guerra podría terminar mañana si Hamás libera a los rehenes israelíes que quedan, acepta desarmarse y cede el control de Gaza. Los genocidios no terminan con tales propuestas de paz.
- Las FDI advierten a los civiles antes de los ataques y facilitan las evacuaciones: El ejército israelí ha emitido sistemáticamente mensajes de advertencia antes de los ataques selectivos -como mensajes de texto, llamadas telefónicas, octavillas lanzadas desde el aire y plataformas de medios sociales en línea- y ha facilitado las evacuaciones de civiles. Esto es incompatible con una campaña de genocidio.
- El papel de la comunidad internacional en el confinamiento de los gazatíes en el campo de batalla: El creciente número de muertos en Gaza es preocupante para todos, pero no puede achacarse todo a Israel. De hecho, la comunidad internacional tiene parte de responsabilidad en esta situación al insistir de forma abrumadora en que todos los civiles palestinos de Gaza tuvieran que permanecer en el campo de batalla, en lugar de permitirles evacuarse a un lugar seguro. Este fue un acto sin precedentes en la historia de la guerra moderna y no hizo sino complicar los esfuerzos de Israel por enfrentarse y derrotar a Hamás, cuya propia estrategia deliberada consiste en explotar a la población de Gaza como escudos humanos.
- Ayuda médica y evacuación de niños al extranjero: Israel ha coordinado la evacuación de cientos de niños palestinos con enfermedades graves para que reciban tratamiento en Abu Dhabi, Italia y otros lugares, una prueba de preocupación humanitaria, no de destrucción.
- La escala y la metodología no son indicativas de los objetivos de destrucción: Las víctimas civiles son trágicas, pero los métodos de Israel -ataques de precisión, advertencias previas- contrastan con el exterminio indiscriminado que define el genocidio.
- Compleja situación jurídica y caso pendiente ante la CIJ: La Corte Internacional de Justicia está deliberando actualmente sobre la acusación de genocidio contra Israel y hasta ahora sólo ha ordenado a Israel que impida la posibilidad de genocidio como medida provisional. No se trata de una sentencia definitiva, y el caso sigue pendiente.
- Conclusiones clave de los gobiernos y refutaciones académicas emergentes: Algunos gobiernos, como el del Reino Unido, han sopesado cuidadosamente las pruebas y han llegado a la conclusión de que Israel no está cometiendo genocidio en Gaza. Además, estudios independientes refutan las acusaciones de genocidio al exponer datos erróneos sobre las víctimas y la falta de pruebas de políticas sistemáticas de selección de objetivos.
- Israel facilita las entregas de alimentos y ayuda: Lejos de matar de hambre a los gazatíes, Israel ha coordinado flujos masivos de ayuda. Desde el 7 de octubre, una media de 300-320 camiones de ayuda al día han entrado en Gaza a través del cruce israelí, transportando alimentos, medicinas y suministros. Más recientemente, la Fundación Humanitaria de Gaza, dirigida por israelíes y estadounidenses, ha distribuido 1,2 millones de comidas al día. Israel también ha habilitado conexiones de agua y electricidad para la principal planta desalinizadora de agua de Gaza. De nuevo, estas acciones son incompatibles con la intención genocida.
- La población de Gaza no disminuye: A pesar de los miles de muertos, la población total de Gaza no ha disminuido desde el 7 de octubre, con decenas de miles de niños nacidos durante la guerra. Esta realidad demográfica contradice las afirmaciones de una campaña de exterminio.
A diferencia de Israel, Hamás tiene una clara intención genocida
Por el contrario, Hamás no sólo muestra un comportamiento genocida, sino que proclama abiertamente su intención genocida. La Carta de Hamás acusa al pueblo judío de pretender controlar el mundo, que consideran el destino legítimo sólo de los musulmanes, por lo que ven a los judíos como un enemigo implacable. La Carta de Hamás también sigue afirmando en su versión árabe que es su deber religioso destruir al pueblo judío debido a la guerra perpetua que existe entre musulmanes y judíos hasta el Día del Juicio Final. De hecho, la Carta recita expresamente el antiguo hadiz islámico (tradición) que declara esta derrota de los judíos como requisito previo para el fin de los días. De hecho, Hamás considera las masacres del 7 de octubre como un cumplimiento parcial de este hadiz. Por lo tanto, los funcionarios de Hamás han prometido repetir estos ataques una y otra vez, una amenaza que debe verse a la luz de esta oscura visión apocalíptica.
Las atrocidades cometidas por Hamás el 7 de octubre, como violaciones, asesinatos, torturas y secuestros, son fruto de una ideología genocida. Además, su estrategia de utilizar a civiles palestinos como escudos humanos revela hasta qué punto Hamás ha abrazado una cultura de muerte, sacrificando incluso a su propio pueblo para hacer avanzar su diabólica causa.
Conclusión
El coro de acusaciones de que Israel está cometiendo un genocidio en Gaza se derrumba bajo un escrutinio cuidadoso y objetivo. En realidad, no es más que otra acusación de la larga letanía de libelos de sangre contra el Estado y el pueblo judíos. La guerra en Gaza es muy intensa, complicada y estresante para todos los implicados, especialmente con la presencia de rehenes israelíes retenidos por Hamás en una vasta red de túneles terroristas. Pero al emitir advertencias antes de los ataques, facilitar la ayuda humanitaria y ofrecer la paz a cambio de la liberación de los rehenes, la conducta de Israel es incompatible con una intención genocida. Estos hechos contrastan fuertemente con Hamás, cuya carta fundacional, retórica y acciones persiguen abiertamente la aniquilación del pueblo judío.
La comunidad mundial debe reconocer esta cruda realidad, en lugar de confundir a las víctimas con los agresores, y debe hacer frente a la campaña de genocidio deliberado instigada por Hamás.
Foto: Soldados de las FDI llevan a casa al rehén israelí Andrey Kozlov rescatado del centro de Gaza en 2024 (Credit-Ilia Yefimovich-picture-alliance-dpa-AP Images)